Reunimos a 30 mujeres salvadoreñas que están impactando positivamente en diversos ámbitos de la sociedad. Conoce un poco de sus motivaciones personales y triunfos obtenidos dentro y fuera de El Salvador.
Textos: Sofía Morán. Foto: Cortesía
Sin creer que tenía futuro en la música, Lucía Parker quiso hacerse de un título universitario y decidió dejar la música como un “hobby” en el cual poder cantar genuinamente a Dios. Sin embargo, su papá y su novio (ahora esposo, desde hace 11 años) le impulsaron a creer. “Me abrieron los ojos a creer que si Dios había puesto un talento especial en mí, sería Él quien se encargaría de llevarme a lo más alto”, indica Parker. A dos años de estar en la universidad, Lucía recibía muchas invitaciones para cantar en el extranjero y producir discos. “Mi papá me dijo: sigue tu pasión y quema los barcos, sin vuelta atrás, sin un plan B y sé la mejor en lo que hagas. Nunca más regresé a clases”, expresa la cantautora.
Sin detenerse. Lucía afirma que ningún camino hacia la cima es cómodo ni libre de tropiezos; ella se ha equivocado, desanimado e incluso caído en el proceso, pero jamás se ha detenido.
La lección más importante para ella es que al final de todo los logros, títulos, premios y posesiones se irán a la basura; pero el legado que uno deja de cuánto sirvió, amó y compartió aquí en la Tierra nadie jamás lo podrá borrar.
La carrera de Lucía Parker está marcada por el apoyo de su familia. Ellos son como un tatuaje estampado en su corazón. Cuenta con tres Premios Arpa y cinco Premios AMCL; así como, una nominación a los Latin Grammy y dos a los Dove Awards.