“Lo que me impulsó a iniciar con este proyecto es la pasión con lo que lo hice y lo hago. Me doy cuenta cada que paro un ratito y siempre vuelvo. La verdad es que la moda es parte de mí y creo que lo ha sido desde siempre.”
Textos: Morena Leiva /Foto: Cortesía
Nació en El Salvador, pero sus aspiraciones y sueños la llevaron a Colombia. Desde pequeña demostró su amor por la moda. “Lo hice y lo hago por pasión, la verdad es parte de mí y creo que lo ha sido desde siempre, mis padres fueron una gran influencia, aprendí mucho de sus gustos. Recuerdo siempre jugar y transformar la ropa de mis hermanas para usarla yo, y ya casada compraba mis telas y hacia mis propias creaciones para mis amigas y para mí. De pronto un día se me presentó la oportunidad con el negocio de mi esposo, empecé diseñando para hombres y hasta el día de hoy no he parado”, confesó.
Exaltando la belleza Para lograr ser una mujer emprendedora comenta que el camino recorrido ha sido valioso, aprendido y entretenido, está orgullosa de lo que ha logrado y de lo que seguirá logrando. “Como mujeres, debemos estar seguras de nuestras capacidades y así el mundo es nuestro. Abrí mis propias puertas, nunca esperé que nadie más lo hiciera por mí”, detalló. Además asevera que el apoyo de su familia ha sido vital, la familia es el polo a tierra y creo que soy muy afortunada de tener una familia que la apoya en todo lo que hace, sea una locura o no; y ser persistente siempre. Ella está segura que nada que vale la pena llega fácil, por eso mismo aconseja que hay que amar lo que se hace, pues no todos los días son buenos, pero todo va a valer la pena. Doña Francesca, en la actualidad, es una de las diseñadoras más importantes de América Latina.