La jubilación es el retiro de la actividad laboral por parte de un colaborador y que requiere de un proceso planificado.

Por: Paúl André Méndez

Los seres humanos no logran asimilar cambios radicales dentro de su forma de vida y un ejemplo es la jubilación, un paso que implica una serie de cambios y muchas veces pérdidas. Por lo general, las personas no se encuentran preparadas ni mental ni físicamente para afrontar estos cambios.
“Es algo que no se debe de pensar cuando se está próximo a jubilarse, lo mejor es tener una preparación desde años atrás, porque es parte de un plan de vida que se debe tener para definir qué va hacer cuando llegue el momento”, señala Ana Margarita Pineda, coordinadora general de Geriatría del Instituto Salvadoreño del Seguro Social.

Un paso seguro

Se trata de una planificación completa que se debe hacer desde lo mental, las finanzas y lo familiar. Es un tiempo largo de preparación porque no es un cambio que se hace de un día para otro.

“La primera parte que se debe de preparar es la psicológica, se debe tener una aptitud positiva al envejecimiento y eso se logra con pensamientos positivos, buena voluntad y aceptación al cambio”, señala Pineda.

Lastimosamente la mayoría de personas creen que con este cambio se pierden muchas cosas, se viven cambios físicos, biológicos, de ánimo, aparecen arrugas, canas y enfermedades. Sin embargo, el primer paso es aceptar que estos cambios son normales dentro del ciclo de la vida, indica la experta. Posteriormente se deben vivir esos cambios dentro de la rutina diaria y se deben ver como positivos, como la falta de trabajo, más tiempo con la familia. También se deben buscar pasatiempos. Se trata de aprender nuevas cosas y adaptase positivamente a un nuevo estilo de vida, es importante buscar nuevas actividades productivas, aprender nuevas acciones donde poder invertir el tiempo y poder aprovechar las cualidades y habilidades. También se debe aprovechar para hacer lo que antes por falta de tiempo y responsabilidades laborales y familiares no se podía hacer.

El papel de la familia

El rol de la familia en el proceso de la jubilación es importante para el adulto mayor que lo está experimentando. Todos los miembros de la familia deben ser un apoyo para la persona que está viviendo la transición de una vida laboral a una de retiro y su participación en esta fase es de acompañamiento a su ser querido, porque la persona necesita de mucha compresión, cariño, amor y atención, para que sienta que tiene el respaldo de su grupo familiar. Los familiares que viven con la persona deben apoyarlo emocional y físicamente, recordándole que es una transición normal y que tarde o temprano llegaría a su vida este proceso. Por eso el apoyo de la familia es fundamental para que se puede superar de una mejor manera y más rápido este proceso que está lleno de cambios y que implica nuevos retos.

El apoyo de las organizaciones laborales

Las empresas podría contribuir a una buena transición para que los adultos mayores que deben realizar su proceso de jubilación tengan un apoyo extra que les permita superarlos. Algunas entidades tienen un programa para apoyar a sus empleados que están próximos a jubilarse, el cual contribuye mentalmente a las personas que deben de dar ese paso e iniciar con buen pie la nueva fase de su vida. Asimismo sería importante hacer que las personas participen en jornadas de jubilación y que estas fueran parte de los requisitos del mismo proceso, lo cual contribuiría a los aspectos psicológicos y físicos del candidato para tener un cambio más manejable y tranquilo.

Fuente: Ana Margarita Pineda, coordinadora general de Geriatría del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).